Alimentar el atractivo intemporal de sus flores perennes
Nuestras rosas de floración perpetua, meticulosamente mantenidas para preservar su encanto intemporal, poseen una capacidad única para embellecer su entorno durante innumerables estaciones. Estas rosas se someten a un proceso de conservación especializado y se embalan cuidadosamente para garantizar que lleguen a su puerta en un estado impecable.
Cuando se trata de cuidar sus rosas perdurables, he aquí algunos pasos sencillos para garantizar su belleza perpetua:
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Desembale cuidadosamente su entrega, retirando cualquier material protector que haya protegido a las eternas flores durante su viaje.
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Tómese un momento para admirar sus rosas eternas. A diferencia de las rosas normales, no requieren riego ni poda. Están listos para realzar su espacio de inmediato.
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Localice un lugar ideal para sus rosas perennes donde puedan lucirse de forma destacada. Lo mejor es mantenerlos alejados de la luz solar directa, la humedad excesiva y las temperaturas extremas, ya que estos factores pueden afectar a su encanto perdurable.
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Maneje estas rosas eternas con cuidado, reduciendo al mínimo las caricias innecesarias. Los aceites naturales de su piel pueden afectar al delicado proceso de conservación.
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Limpiar sus rosas preservadas es sencillo: basta con espolvorearlas ligeramente con un paño suave y seco si es necesario.
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Mantenga un entorno seco para sus rosas. Una humedad elevada o la exposición al agua pueden comprometer su estado de conservación.
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Recuerde siempre, sus rosas continuamente cautivadoras no requieren ningún riego ni alimento especial para plantas. Ya están tratadas para mantener su aspecto cautivador sin ningún cuidado adicional.
Nuestras rosas perennes ofrecen una belleza duradera con un mantenimiento mínimo, lo que las convierte en un complemento perfecto para cualquier espacio o en un preciado regalo para sus seres queridos.